Desde las llanuras de Etosha, ricas en vida silvestre, hasta los espectaculares paisajes de Damaraland y las icónicas dunas de Sossusvlei, Namibia ofrece una experiencia de viaje inigualable. Durante el viaje, descubrí la importancia de estar bien preparado, no solo en cuanto a la planificación, sino también a la hora de empacar lo esencial para el viaje.

Nuestro viaje comenzó en el Parque Nacional de Etosha, un paraíso para los amantes de la vida salvaje.

La famosa salina del parque se extiende infinitamente, creando un entorno surrealista para las manadas de animales que se reúnen alrededor de los abrevaderos. Durante la estación seca, es uno de los mejores lugares para observar la fauna emblemática de Namibia , como elefantes, leones, jirafas y cebras.

Al recorrer el parque, experimentamos la emoción de un safari en coche, donde cada curva nos brindaba la posibilidad de un avistamiento nuevo e inolvidable. Para los fotógrafos y aficionados a la vida silvestre, Etosha es una visita obligada, ya que los animales a menudo se acercan tanto que no es necesario bajarse del vehículo.

Alojarse en una tienda de campaña glamping en Etosha fue la manera perfecta de experimentar la naturaleza de cerca, ofreciendo comodidad y estilo sin dejar de sentirse conectado con la naturaleza.

Desde Etosha, recorrimos unos 430 km al sur hasta Twyfelfontein, en Damaraland, una región conocida por su belleza agreste y su rica historia cultural. El paisaje es agreste y espectacular, con montañas escarpadas, llanuras abiertas y antiguas formaciones rocosas.

Uno de los puntos destacados de Damaraland son los grabados rupestres de Twyfelfontein, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, que alberga miles de petroglifos antiguos creados por los primeros pueblos de Namibia.

Después de largos y polvorientos viajes por caminos sin asfaltar, observar la puesta del sol sobre las montañas de arenisca roja, proyectando un resplandor dorado sobre la tierra, fue un momento de pura serenidad.

Tomarse un tiempo para relajarse junto a la piscina fue igualmente esencial, ofreciendo un merecido descanso en medio de la aventura. Es un lugar donde la historia y la naturaleza se unen, creando una experiencia de viaje verdaderamente única.

Sossusvlei es quizás el destino más emblemático de Namibia, donde las imponentes dunas rojas del desierto de Namib se elevan contra el cielo azul profundo.

A medida que nos adentrábamos en el desierto, el paisaje se transformaba en algo casi de otro mundo, con las suaves y extensas dunas creando un espectáculo visual inolvidable. Los árboles muertos de Deadvlei, que se alzan imponentes contra la arcilla seca, son el sueño de cualquier fotógrafo. El terreno blanco y agrietado de Deadvlei añade un contraste impactante a los vibrantes rojos de las dunas, creando una escena surrealista.

Escalar Big Daddy, una de las dunas más altas del mundo, fue un desafío, pero las vistas panorámicas en la cima valieron cada paso.

Empacar de manera inteligente para el viaje

Conducir a través de los diversos y a veces duros paisajes de Namibia requiere una preparación cuidadosa, y empacar inteligentemente es clave para que el viaje sea más cómodo y placentero.

Un buen par de gafas de sol es perfecto no sólo para conducir bajo el sol intenso sino también para relajarse en la piscina después de un largo día de exploración.

No olvides un sombrero de ala ancha para protegerte del sol y unos binoculares para disfrutar de las mejores vistas de la fauna o de los impresionantes paisajes. Prepárate para que tu ropa se llene de polvo: el terreno de Namibia puede ser duro y el polvo lo cubre todo.

Unas cuantas piezas clave de joyería pueden añadir un toque de estilo personal sin ocupar mucho espacio, y la ropa versátil es imprescindible.

Descubrí que unas botas de cuero resistentes facilitaban mucho caminar sobre terreno rocoso o arenoso. Un cinturón y un bolso de cuero de calidad no solo me aportaron practicidad a mis viajes, sino que también me mantuvieron elegante, incluso en el desierto :-)

Viajar más de 3.000 km a través de Namibia fue una experiencia transformadora, llena de paisajes impresionantes, encuentros increíbles con la vida silvestre y una profunda sensación de conexión con la naturaleza.

La belleza de Namibia no reside solo en sus paisajes, sino también en la aventura que promete. Ya sea explorando las llanuras ricas en vida silvestre de Etosha, el antiguo patrimonio de Damaraland o las vastas dunas de Sossusvlei, Namibia es un destino que recompensa a quienes están bien preparados y listos para afrontar lo inesperado.

................................................

Al dejar atrás las vastas extensiones de Namibia, nuestra aventura continúa hacia Zimbabwe .

Lea más mientras Nanda comparte historias conmovedoras de su viaje, capturando el espíritu y la belleza de esta tierra vibrante.